sábado, 1 de noviembre de 2014

EL VALOR DE LA DIFERENCIA


¿Cómo explicaría a mis alumnos la existencia del TDAH? ¿Cómo les haría ver que, en realidad, todos somos diferentes y que en realidad, eso nos enriquece?

Poniéndome en situación, en una tutoría con mis alumnos de 1º de ESO, con la existencia de un alumno concreto que posee dicho trastorno, en primer lugar hablaría de cualidades positivas que tienen cada uno de ellos y que se observan en clase; en ningún momento utilizaría sus nombres, aunque sé que cada uno de ellos posiblemente se sienta aludido: dibujos que hacen cuando se está explicando algo, miradas hacia la ventana, "papelitos" que se pasan con notitas, intento de bocado al almuerzo.... Les diré que todo eso lo vemos los profesores y en cierto modo, nos hacemos cómplices de ello pero, por otro lado, también hablaré del compañero que decimos que siempre nos molesta, que canta cuando no toca o que nos saca los lápices del estuche; aquel que el profesor siempre está riñendo y que acaba pagando todos los castigos porque todo el mundo lo tiene como "el bicho raro".

Os recuerda algo eso de Alumno:-"Profe, Fulanito me está molestando".
                                       Profesor: "Fulanito, deja de molestar a Menganito y atiende a lo que se dice                en clase"
                                       Alumno: " Profe, es que no deja de mirarme"...

De este modo, podríamos seguir un sinfín de diálogos en los que siempre, Fulanito paga el pato y es castigado porque, de lo contrario, sabes que no podrás acabar la clase.

Por tanto, después de hacer esa pequeña introducción, les pondría un vídeo y analizaría "al diferente" y me centraría en las cosas buenas que tiene tener esas diferencias y haría que valoraran las virtudes de esas diferencias que nos hacen únicos y nos enriquecen en nuestro entorno.


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