martes, 9 de diciembre de 2014

Mi experiencia en el curso

Este blog, surge de mi participación en el curso Respuesta educativa para el alumnado con TDAH (Déficit de atención e hiperactividad)  y que organiza el INTEF junto al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y que, durante estos dos meses no he hecho más que aprender sobre un tema que me llama mucho la atención porque, junto a las dificultades diarias que tiene un aula, en mi caso un aula de Secundaria existen unos niños que todavía tienen más dificultades y que, dentro de la maraña de situaciones a las que nos enfrentamos los docentes, estos niños con TDAH sobresalen y tenemos la obligación de saber cómo y por qué sucede esto.

Personalmente, he aprendido mucho. He aprendido a ver niños especiales, niños que necesitan una atención especial y niños que, haciendo malabares, debes intentar que no se "note" tanto que los tratas de modo diferente. Porque muchos otros niños se preguntan -¿por qué me castigas a mí y a éste no le dices nada?. Gran pregunta con una respuesta difícil que a un niño de 11 o 12 años es complicado de explicar.

Aparte de mucha teoría y muy necesaria, he aprendido a adaptar mi materia a ese niño y a equiparar sus conocimientos con los "estándares" de la ley. A decir las cosas de otro modo porque no son niños con dificultades de aprendizaje, sino de actitud y eso me lo ha demostrado los dos alumnos que tengo en 1º ESO, y los otros dos en 3ºESO durante este tiempo. Son niños que saben lo que sufren y que se les ve en sus ojos que son especiales y debemos ayudarles. Personalmente, con los de 3º de ESO sí que he hablado con ellos sobre su "problema" y es de una sinceridad pasmosa y una madurez tremenda cómo hablan de ello y cuán claro lo tienen y lo que sufren. La verdad, si  no hubiera sido por este curso, nunca habría tenido esta conversación con ellos porque yo misma, tenía al trastorno como una "farsa", una manera de llamar al mal comportamiento, a la mala educación y a la mentira y una excusa para medicar a niños.

Ahora reconozco lo equivocada que podía llegar a estar. Detrás de estos niños hay padres preocupados y centros también donde acuden a recibir apoyo. Lo malo es que todavía hay muchos docentes con esta idea... pero poco a poco.

Gracias a mi tutora Maria Cortés Valladares por su paciencia, por tratarme tan bien y por ser tan profesional. 


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